Hoy que cálido despertar me brindaste, te anhelo. Vos, que tanto placer me da tu presencia, no te puedo encontrar. Necesito verte, abrazarte, para hablar de eso que tanto daña tu corazón y el cual yo sano sin darme cuenta, aunque secuelas quedan.
Te necesito, no sé lo que causa esto, quizás la amistad que tenemos, que no une y en el que me incita a contarte esto.
¡Amiga! ¿donde estas?, ¡te extraño!. Hoy soñé con vos y te anhelo.
¡Porque no avisaste si te ibas a ir!.
Sin mas que contarte un beso
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